Si te gusta el sonido de riffs pesados arrastrándose a través del barro del tiempo y las voces guturales que evocan lamentos ancestrales, “Where the Slime Live” de Autopsy es una obra maestra obligada. Este álbum debut de 1987 no sólo definió un subgénero del metal extremo, sino que también estableció a Autopsy como uno de los pioneros más venerados del doom death metal.
Autopsy nació de la mente retorcida de Chris Reifert, quien previamente había sido el baterista de Death, una banda que estaba redefiniendo el sonido del metal extremo en la escena de Florida. Insatisfecho con las direcciones musicales de Death, Reifert se mudó a San Francisco y formó Autopsy con Eric Cutler (guitarra) y Steve DiGiorgio (bajo), un músico que más tarde colaboraría con bandas icónicas como Sadus y Testament.
“Where the Slime Live” fue grabado en condiciones toscas y austeras, reflejando la crudeza sonora de la banda. La producción era deliberadamente primitiva, priorizando la atmósfera brutal sobre la nitidez. Los riffs de guitarra son pesados y machacones, evocadoras de un horror visceral. Las voces guturales de Reifert se asemejan a un monstruo arrastrando su voz desde las profundidades del infierno, mientras que los tambores golpean con una ferocidad que recuerda a un ataque frenético de una bestia enjaulada.
El álbum es una obra conceptual sobre la decadencia y la muerte, temas explorados a través de letras oscuras e inquietantes. Canciones como “Death by Fungi” y “Severed Savior” nos sumergen en un mundo macabro de putrefacción y horror cósmico. Los títulos reflejan la obsesión de la banda por lo grotesco y lo tétrico, mientras que las melodías evocan una sensación constante de desesperación y decadencia.
La estructura musical de “Where the Slime Live” es diferente a la de muchas bandas de death metal. Aunque utiliza los elementos característicos del género como riffs acelerados y blast beats, Autopsy también incorpora elementos más lentos y melancólicos que recuerdan al doom metal primitivo. Esta combinación inusual crea una atmósfera única que es tanto brutal como contemplativa.
Autopsy no sólo se distinguía por su sonido, sino también por sus actuaciones en vivo. La banda era conocida por sus conciertos frenéticos y caóticos, donde Reifert se convertía en un ser frenético de movimientos convulsivos. Su presencia escénica contribuía a la sensación de horror visceral que emanaba de la música.
A pesar de su impacto inicial, “Where the Slime Live” no tuvo mucho éxito comercial en su momento. El álbum fue considerado demasiado extremo e intimidante para el público general. Sin embargo, con el tiempo, se convirtió en un clásico del género y ha inspirado a generaciones de músicos de metal extremo.
Impacto y legado:
La música de “Where the Slime Live” sigue siendo relevante hoy en día. Su sonido crudo e intenso ha sido adoptado por muchas bandas de death metal y doom metal moderno. Autopsy también contribuyó a popularizar el uso de voces guturales en la escena del metal extremo, una técnica vocal que se ha convertido en un elemento fundamental de muchos subgéneros del metal.
La banda se separó en 1995, pero se reunieron en 2009 y han estado activos desde entonces. “Where the Slime Live” sigue siendo su obra maestra más aclamada, y la banda lo interpreta con frecuencia en sus conciertos. El álbum ha sido reeditado varias veces y sigue siendo un disco indispensable para cualquier fan del metal extremo.
Detalles técnicos:
Canción | Duración |
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Disemboweled | 3:49 |
Death by Fungi | 4:17 |
Torn from the Earth | 4:28 |
Severed Savior | 6:50 |
The Stench of Fear | 3:58 |
“Where the Slime Live” es una obra maestra del metal extremo. Es un álbum brutal, visceral y a la vez melancólico que ha dejado una huella indeleble en el mundo del metal. Su sonido crudo e intenso sigue inspirando a músicos de metal extremo hasta el día de hoy, convirtiéndolo en un clásico atemporal.